- La gestión basada en los ecosistemas se analiza como técnica para justificar el mantenimiento de los sistemas naturales al valuar sus servicios de ecosistemas (321).
- Este estudio demostró, entre otras cosas, que la relación entre el hábitat de los manglares y los servicios de los ecosistemas que ofrecen no es lineal: “Estos datos de campo revelan que, para todos estos hábitats costeros, existen relaciones entre el área del hábitat y las mediciones de la función del ecosistema de la atenuación de olas (fig. S1). En el caso de los manglares y pantanos salados, existen reducciones cuadráticas y exponenciales, respectivamente, de la altura de las olas con una creciente distancia del hábitat tierra adentro desde la línea costera (fig. S1, A y B)…Estos datos sugieren que probablemente la presunción sobre la linealidad no sea precisa en el caso de los muchos servicios de los ecosistemas respecto del tamaño de hábitat —; este resultado podría tener importantes implicancias para la conservación, especialmente considerando que se relaciona con la gestión basada en los ecosistemas”(322).
- De acuerdo con los resultados del estudio, los siguientes datos demuestran que la conservación completa de los manglares presenta mayores beneficios que la conversión del hábitat de los manglares en granjas de camarones: “El valor total del sistema de manglares alcanza su pico ($18,98 millones) cuando se encuentra completamente preservado y la conversión a la cría de camarones llevaría a un menor valor total a comparación de la preservación completa. Por lo tanto, la estrategia de gestión basada en los ecosistemas que considera todos los valores del ecosistema favorecería la preservación de los manglares y evitaría la conversión a granjas de camarones”(322).
- Es posible que la conservación del hábitat de los manglares pueda encontrar un punto medio entre la conservación completa y la deforestación completa: “Utilizando la función de atenuación de las olas no lineal en los manglares… El servicio de protección de tormentas de los manglares todavía domina todos los valores, aunque las pequeñas pérdidas de manglares no causarán que los beneficios económicos que tienen los manglares como freno de las tormentas caigan precipitadamente (Fig. 2A). Esto hace que el valor total de todos los usos de los manglares (es decir, las granjas de camarones y los valores del ecosistema) alcance su pico ($17,5 millones) cuando se permite que hasta 2 kilómetros cuadrados de manglares se conviertan para la realización de actividades de acuicultura de camarones y se preserva el resto del ecosistema. Las comunidades costeras que dependen de los manglares locales y otras comunidades costeras que habitan 5 kilómetros tierra adentro obtendrían aproximadamente la misma participación en los beneficios económicos del sistema de manglares ($15,6 y $13,2 millones, respectivamente), pero así los inversores externos lograría algunas ganancias comerciales a partir de las granjas de camarones ($1,9 millones). Finalmente, determinamos que el resultado de nuestro ejemplo de valuación de los manglares en Tailandia se corresponde con los lineamientos de las “mejores prácticas” para la gestión de manglares en Asia, lo que indica que la relación ideal manglares/estanques no debería exceder el 20% del área del hábitat convertida en estanques (Saenger et al. 1983; Primavera et al. 2007)”(322-323).