- La presencia de los manglares ayuda a atenuar las olas: “De acuerdo con la Figura 6, en el área sin manglares, la tasa de reducción de las olas disminuye a medida que aumenta la profundidad del agua de 0.002 m-1 a 0.001 m-1”(372).
- Los neumatóforos de los manglares, que son estructuras de raíces respiratorias verticales y cónicas, facilitan la atenuación de las olas: “Figura 6: la tasa de la reducción de las olas en un área en la que los manglares varían sustancialmente según la profundidad del agua y la magnitud de la tasa asciende a tanto como 0.006 m-1 en las partes menos profundas. Esto demuestra la naturaleza de esta área, que está particularmente dominada por la Sonneratia sp. Se considera que el importante cambio de la reducción de la tasa de las olas con la profundidad de las aguas en un rango de menor profundidad se debe a la resistencia causada por los neumatóforos que están erectos en dirección vertical. Como los neumatóforos de la Sonneratia sp. van disminuyendo hacia arriba (Figura 2), la fuerza de resistencia al avance de estas raíces cae abruptamente con el incremento de la profundidad del agua, lo que genera una importante disminución de la tasa de reducción de las olas”(374).
- La reducción de las olas surge de una combinación de la profundidad del agua y la frondosidad de la vegetación de manglares: “Cuando la profundidad del agua se encuentra entre 0.6 y 0.2 m en el área de los manglares, las tasas de reducción de las olas se encuentran entre 0.003 y 0.006 m-1, respectivamente (Figura 6). En estos casos, las reducciones de las olas en una distancia de 100 m se calculan como 26 y 45%, respectivamente, en la Ecuación 2. Estos valores enfatizan la importancia de la reducción de las olas debido a las vegetaciones de manglares y la fuerte dependencia de la reducción de las olas en la profundidad del agua a comparación de la causada por la fricción del lecho”(374).
- En conclusión: “La tasa de reducción de las olas marinas en esta área se modifica de manera sustancial con la fase de las mareas debido a la configuración vertical singular de la Sonneratia. Este comportamiento se contrapone al efecto debido a la fricción del lecho. En el rango bajo de la profundidad del agua, debido a que la forma de los neumatóforos de la Sonneratia va disminuyendo hacia arriba, el efecto de la fuerza de resistencia al avance de estas raíces sobre la reducción de las olas se redujo de manera importante con el incremento del nivel del agua, lo que dio como resultado un gran incremento de la tasa de reducción de las olas. Por otra parte, cuando el nivel del agua alcanza la altura de las hojas y ramas que se extienden frondosamente, la tasa de la reducción de las olas se vuelve a incrementar con un aumento del nivel del agua. Es más, en este rango alto de nivel del agua, la tasa de reducción de las olas depende en gran medida de la altura de las olas incidente. Este hecho sugiere que las frondosas hojas de los manglares tienen un efecto significativo en la disipación de la energía, especialmente durante las tormentas y tifones que ocurren tan seguido en estas áreas”(377).