Los manglares son sistemas de humedales costeros importantes desde el punto de vista ecológico que se encuentran seriamente amenazados en todo el mundo. En Tailandia, la causa principal de la conversión de los manglares son los criaderos de camarones (acuicultura), que son una importante fuente de ingresos por exportaciones para el país. Sin embargo, las comunidades locales se benefician con un sinnúmero de usos directos e indirectos de los ecosistemas de manglares y pueden tener un incentivo contundente para proteger estas áreas, lo que las ubica en una confrontación directa con los operadores de los criaderos de camarones y, por extensión, con las autoridades gubernamentales. El artículo analiza si la conversión completa de los manglares en criaderos de camarones comerciales vale la pena después de haber tenido en cuenta los efectos ambientales. El valor económico estimado de los bosques de manglares para una comunidad local se encuentra dentro del rango de los $27,264 a $35,921 por hectárea. Esta estimación incluye el valor para las comunidades locales del uso directo de la madera y otros recursos recolectados en los manglares, además de beneficios externos adicionales en lo que hace a los enlaces de las pesquerías alejados de la costa y la protección de la línea costera de los criaderos de camarones. Los resultados indican que, aunque la cría de camarones crea importantes beneficios privados, no es viable desde el punto de vista económico una vez que se incluyen los factores externos generados por la destrucción de los manglares y la contaminación del agua. También existe un incentivo para que la población local proteja los manglares, que a su vez implica que deberían reconocerse formalmente los derechos de los habitantes locales de resguardar y proteger este recurso, además de reforzados por la legislación.