- En las simulaciones, se realizaron observaciones de los servicios del ecosistema que brindan los manglares: “tres beneficios, que afectan principalmente a las comunidades costeras locales en la cercanía de los manglares (Barbier, 2007; Barbier y Sathirathai, 2004; Sudtongkong y Webb, 2008). Ellos son el papel que juegan los manglares como “barreras” naturales a los daños que generan las tormentas costeras periódicas, su función como hábitats de cría y reproducción para pesquerías alejadas de la costa, y la explotación que hacen las comunidades costeras de los bosques de manglares en busca de variedades de madera y productos no derivados de ella” (74).
- El cerco de los ecosistemas de manglares que da al mar es muy importante: “Mientras que reviste cierta dificultad determinar si los productos provenientes de distintos recursos que recogen las comunidades locales varían significativamente según el entorno, existe prueba ecológica revisada para este documento que sugiere que el cerco de los manglares que da al mar protege de las tormentas y contiene una alta densidad de especies de peces que terminan por poblar las pesquerías que se ubican cercanas a la costa” (75).
- Es más probable que ocurra un colapso ecológico si el hábitat se reduce en proporciones aun mayores: “…Dobson et al. (2006) presentan pruebas de que la proporción de especies que quedan, su diversidad y el nivel trófico de los ecosistemas tienden a caer exponencialmente a medida que se reduce la proporción de hábitat de ecosistema que queda en pie. De modo similar, en Tailandia, se descubrió que la contaminación que generan las descargas de los estanques de camarones en las áreas de manglares convertidas tiende a reducir las tasas de crecimiento y aumentar la mortalidad de los manglares restantes (Vaiphasa et al., 2007). Estos dos fenómenos dejan entrever que la probabilidad de un colapso ecológico también declinará exponencialmente a medida que aumente la proporción del hábitat que queda” (76).
- En términos de conservación y beneficios económicos, los hallazgos de Barbier sugieren que “…el valor productivo de los servicios del ecosistema que decaen en espacio es equiparable a los beneficios económicos marginales que genera la conversión de un entorno de manglares para actividades de acuicultura de camarones… El resultado es que ahora es óptimo preservar los manglares hasta 869 m del límite con el mar, y convertir solo la superficie que da al terreno en estanques de camarones”(76).
- En conclusión:
- “Este documento ha mostrado de qué modo la distribución espacial de los servicios del ecosistema y el riesgo de colapso ecológico pueden afectar la manera en que se reparte un entorno ecológico entre las opciones de preservación y desarrollo costero. Este enfoque encuentra asidero en las pruebas ecológicas de la variación espacial que se registra en las funciones de producción ecológica que subyacen a los bienes y servicios clave en todos los entornos... La protección contra tormentas y el apoyo a las pesquerías cercanas a la costa que se derivan de la acción de los ecosistemas costeros también serán mayores para el cerco que da al mar en comparación con la porción más entrada en el terreno. A pesar de que se desconoce cuál es el tamaño crítico del entorno que lleva a la desaparición del ecosistema, es probable que el riesgo de colapso se incremente si se achica la superficie del ecosistema, lo cual puede medirse en función de la disminución de la distancia espacial en todo el paisaje natural” (77).
- El desarrollo costero deberá considerarse según cada caso y no deberá generalizarse: “Un resultado interesante es que, cuando la conversión del entorno es óptima, siempre ocurre solo en ciertos lugares. Por ejemplo, si el cerco de los ecosistemas costeros que da al mar demostrara ser más valioso en términos de generación de servicios clave del ecosistema, y, si la renta por desarrollo marginal sigue siendo constante en todo el entorno, cualquier conversión deberá ocurrir hacia el interior del terreno”(77).
- Cuanto mayor sea el ecosistema, mejores serán las probabilidades de que el colapso ecológico no ocurra: “Incorporar el riesgo de colapso ecológico es extremadamente importante para la decisión de la conservación del entorno. Si la escala del entorno conservado tiene efectos positivos sobre la supervivencia del ecosistema, podemos entonces afirmar que retener mayor superficie para garantizar la supervivencia del ecosistema suma beneficios”(77).